Ya se sabe que esto del cambio climático esta afectando gravemente a las especies marinas. Es una cosa sabida por todos, incluso por la niña de Rajoy. Así que no me voy a extender con este tema por que ya todo el mundo es consciente de que debería tener nueve cubos de basura en casa para reciclar. Pero esto del cambio climático no es un descubrimiento del G-8, ni de los Bruselitas (gente que va a Bruselas y cobra); es una cosa que ya empezó hace tiempo, afectando a los reinos marinos, gracias a nuestra grata aportación y a nuestros queridos barcos que sueltan la mierda de su fuel por esas playas de bandera azul que nos conceden los Bruselitas.
Las medusas fueron unas de las primeras especies en mutar, y convertirse en kamikazes asesinas. Esto es así, no lo digo yo, lo dice el Instituto Nacional Español de Medusas (INEM). Pero yo, ya hace algún tiempo tuve un percance con esta especie, que hoy aquí ante todos ustedes voy a contar, para intentar concienciar alguna mente sin reciclar.
Domingo, (día típico español para ir a la playa)
Por la mañana, (la hora favorita de los padres)
Mi vecina y yo subimos al coche de mi padre que nos iba a llevar a la playa. Por aquella época mi padre atravesaba un sentimiento de ultrafan de Camela y no existía mas cintas en aquel coche, que las de este grupo. La suerte que tenemos, es que de la puerta de mi casa hasta que plantamos la sombrilla hay 20 minutos y la tortura se puede sobrellevar.
Mi vecina y yo subimos al coche de mi padre que nos iba a llevar a la playa. Por aquella época mi padre atravesaba un sentimiento de ultrafan de Camela y no existía mas cintas en aquel coche, que las de este grupo. La suerte que tenemos, es que de la puerta de mi casa hasta que plantamos la sombrilla hay 20 minutos y la tortura se puede sobrellevar.
Llegamos a la playa, y en ella existen dos lugares:
A) El infierno. Un lugar lleno de jubilados y familias tradicionales con su bocadillo de tortilla de patata.
B) El paraíso. Un lugar lleno de cuerpos desnudos.
Mi amiga y yo dudosos, encargamos un estudio al CIS y a SIGMADOS para que nos orientara un poco donde debíamos ir. Recibimos la respuesta por vía SMS y nos dijeron que ya tendríamos tiempo de estar en el infierno al palmarla y que disfrutáramos un poco del paraíso en vida.
Así que rápidamente nos fuimos para allá. Disimulando que íbamos hacer el típico paseo por la orilla. Llegamos al mencionado lugar y la primera desilusión fue que aquello no era como esperábamos. Sino que aquél lugar era un lugar lleno de jubilados desnudos, y familias tradicionales desnudas con su bocadillo de tortilla de patatas. Parecia un cuadro de El Bosco. Era horroroso ver tanto "colganjillo". Tengo que inventar palabras porqué en la RAE no se recoge lo que quiero decir concretamente.
Así que rápidamente nos fuimos para allá. Disimulando que íbamos hacer el típico paseo por la orilla. Llegamos al mencionado lugar y la primera desilusión fue que aquello no era como esperábamos. Sino que aquél lugar era un lugar lleno de jubilados desnudos, y familias tradicionales desnudas con su bocadillo de tortilla de patatas. Parecia un cuadro de El Bosco. Era horroroso ver tanto "colganjillo". Tengo que inventar palabras porqué en la RAE no se recoge lo que quiero decir concretamente.
Decidimos adentrarnos en el mundo marino simulando que éramos buceadores profesionales a ver si aparecía algo interesante. Y de hecho apareció. Unas sospechosas partículas gelatinosas con aspecto de silicona flotaban por aquel lugar.
Los dos, decimos investigar que era aquello con aspecto de prótesis reventada. Lo primero que hicimos fue acercarnos a la nariz aquello para saber que olor tenia. Primero uno y luego el otro. Olía a pescado….. Sospechoso. Con el siguiente trozo decidimos probarlo….. Sabía a sepia podrida, como los menus del Bar del Conservatorio de Música. Y el último trozo que cogí al volver a acercármelo a la nariz para comprobar que se trataba de lo mismo, un escozor inaguantable empezó a surgir en el trozo de carne que hay entre un agujero de la nariz y el otro. Un sarpullido y un hinchazón empezó a emerger de las profundidades del cutis.Yo avisé a mis amiga de que aquello era tóxico y que me había atacado. Ella como no se lo creía lo cogió y empezó a restregárselo como una posesa para comprobar que lo que me estaba ocurriendo era verdad. Al volver a ponérselo en la nariz la medusa mutante (ya podemos decir que era ese animal) la atacó también.
Los dos, decimos investigar que era aquello con aspecto de prótesis reventada. Lo primero que hicimos fue acercarnos a la nariz aquello para saber que olor tenia. Primero uno y luego el otro. Olía a pescado….. Sospechoso. Con el siguiente trozo decidimos probarlo….. Sabía a sepia podrida, como los menus del Bar del Conservatorio de Música. Y el último trozo que cogí al volver a acercármelo a la nariz para comprobar que se trataba de lo mismo, un escozor inaguantable empezó a surgir en el trozo de carne que hay entre un agujero de la nariz y el otro. Un sarpullido y un hinchazón empezó a emerger de las profundidades del cutis.Yo avisé a mis amiga de que aquello era tóxico y que me había atacado. Ella como no se lo creía lo cogió y empezó a restregárselo como una posesa para comprobar que lo que me estaba ocurriendo era verdad. Al volver a ponérselo en la nariz la medusa mutante (ya podemos decir que era ese animal) la atacó también.
Era horroroso, los dos con la nariz hinchada y sarpullida en aquella playa nudista.
Mi amiga, que ha sido cazadora de lagartijas y entiende de la naturaleza, me sugirió que nos pusiéramos un pegote de arena en el lugar afectado y que eso aliviaría el dolor hasta que nos pudieran socorrer. Nos plantamos un pegote cada uno en la nariz y haciendo el ridículo en aquella playa lujuriosa nos dirigimos al puesto de la Cruz Roja.
Mi amiga, que ha sido cazadora de lagartijas y entiende de la naturaleza, me sugirió que nos pusiéramos un pegote de arena en el lugar afectado y que eso aliviaría el dolor hasta que nos pudieran socorrer. Nos plantamos un pegote cada uno en la nariz y haciendo el ridículo en aquella playa lujuriosa nos dirigimos al puesto de la Cruz Roja.
Me voy ahorrar los detalles de cómo hay que explicarle a un socorrista al que le llegan dos personas con dos pegotes de arena en la nariz (tener la imagen de Miliki, ayuda bastante), que les han picado una medusa mutante en el mismo sitio. Es bastante humillante, pero con el tiempo se supera.
Por ello quiero enviar un mensaje a la humanidad. Reciclar, ahorrar energía, y cuidar el medio ambiente. Y sobre todo, no olvidéis que lo que te dice una madre cuando tienes 1 año vale para toda la vida.
LO DEL SUELO NO SE COGE, LO DEL SUELO CACA.