11.9.09

Noturno/a Diurno/a

Noturno/A




Cuando las luces se encienden en Lisboa y el Tajo se vuelve negro, los turistas vuelven a los hoteles a ver el material de sus reflex, los gatos dejan las ventanas donde vigilan y se van a dormir; el sonido de los fados se escapa de los bares junto el humo de sardina; salen las botellas de vino para regar los adoquines del suelo; la policia descansa y los camellos venden delirio en metálico. Solo los taxistas y el personal embriagado son los que esperan el timbre del primer tranvía de la mañana que despierta a los cartones que se amontonan en los mejores portales.



Diurno/A